Quizás a estas alturas, tus piernas y tus pies estén sufriendo más que nunca las consecuencias de una circulación de retorno deficiente. Puede que solo notes una ligera pesadez en las piernas y veas asomar unas antiestéticas varices o que ya sufras dolor, edemas importantes o incluso flebitis o trombosis. Bien seas del grupo de los recién llegados o bien seas un experto en sufrir de “mala circulación” seguro que agradecerás leer este artículo y ponerte al día de remedios, consejos y trucos que todos debemos tener en cuenta para prevenir o frenar la evolución de este problema.

Pero, ¿QUÉ ES LO QUE ESTÁ FALLANDO? Las venas son los conductos responsables de la circulación de retorno y es en las extremidades principalmente donde más se dificulta la vuelta de sangre venosa debido a factores como la gravedad, la incompetencia de las válvulas o la obstrucción de los vasos, comenzando a aparecer las complicaciones de las que antes hablábamos. Y…¿QUÉ PODEMOS HACER PARA ENCONTRARNOS MEJOR? Fácil y complicado a la vez: conocer las causas de la patología y revertirlas. Vamos a hablar de algunas de ellas.

 

1. Adiós al sedentarismo.

correr

Es una cuestión mecánica. Permanecer muchas horas sentado hace que por un lado se debiliten los músculos de los miembros inferiores, quienes colaboran en el retorno venoso. Además la gravedad hace que el estancamiento de la sangre sea aún mayor. Un truco, si no tienes posibilidad de salir a caminar o hacer algún tipo de deporte, es permanecer con los pies en alto y combinar esta posición con movimientos circulares de los tobillos en dirección alternante durante dos minutos (cada pie) varias veces al día.


2. Vigila la ropa que utilizas y evita o alterna determinadas posturas. ¿Medias comprensivas?

Nada de ropa demasiado apretada (las medias comprensivas son una excepción). Y cuando hablamos de ropa nos referimos a evitar todo tipo de prenda que pueda apretarte, no solo los pantalones, los calcetines y la ropa interior demasiado apretada también dificulta el retorno. El calzado también ha de elegirse adecuadamente, lo preferible, un zapato cómodo, ancho, transpirable y con un tacón de altura no superior a los 3 cm.

Cruzarse de piernas es para muchos casi imprescindible, no están cómodos sentados si no cruzan las piernas pero es una posición que desaconsejamos. Permanecer mucho tiempo de pie, de forma estática, también es desaconsejable, por lo que evita permanecer mucho tiempo continuado en esta postura.

Las medias comprensivas son recomendables, sobretodo si permaneces mucho tiempo de pie. Prueba con las largas y si no las toleras con las cortas y en verano, llévalas al menos las primeras horas del día o de la jornada.

3. Controla tu estrés. estres

El estrés crónico favorece la vasoconstricción de los vasos por lo que es un factor predisponente en esta patología. No dejes de lado esta causa y pon remedio cuanto antes.

 

 

4. Cuida la temperatura a la que sometes a tus extremidades.

El calor produce una respuesta vasodilatadora, que perjudica el retorno, favoreciendo estancamientos, aparición de varices, edemas, etc. Por tanto, la cera caliente, los baños de agua caliente, las saunas,la exposición al sol, etc. deben ser evitados a toda costa.

Por contra, puedes utilizar los baños de contraste como remedio efectivo y agradable. Si el calor producía vasodilatación, el frío produce vasoconstricción, por lo que puedes practicar estos baños para activar tu circulación de retorno. ¿Cómo se hacen? Prepara un barreño con agua muy fría (introduce algunos cubitos de hielo) y otro con agua muy caliente (a unos 40º-42º) e introduce tus pies de forma alternante (10 segundos en cada agua) durante tantas veces quieras, mínimo unos 8 cambios. Comienza y termina por el agua caliente. Otro remedio es terminar la ducha con varias pasadas de agua fría de abajo arriba, de los tobillos a las corvas.

5. Vigila tu dieta. Alimentos recomendados y desaconsejados.

Recomendamos una dieta ligera, rica en fibra (el estreñimiento es perjudicial) y en carbohidratos complejos (las naranjas y los limones son un buen ejemplo, ya que además son ricos en flavonoides que mejoran la circulación periférica). Existen alimentos antioxidantes que por su composición (ricos en proantocianidinas y antocianidinas) son especialmente recomendables en esta patología, como los arándanos, las moras o las cerezas. Otros alimentos recomendables son el ajo, la cebolla, el jengibre o la cayena.

moras

Por contra, la sal debe reducirse de forma considerable, así como el alcohol o la cafeína.

Y sobretodo, el sobrepeso y la obesidad no te favorecen en nada, ¡vigila tu peso!

 

6. Masajes circulatorios.

Puedes acudir a un especialista que te ayude a reducir la sensación de pesadez y darte mayor confort, teniendo en cuenta que existen enfermedades que desaconsejan esta práctica y que el fisioterapeuta debe conocer ya que suponen una contraindicación: trombosis, problemas coronarios graves, infecciones, hipertensión no controlada, etc. Habla antes con tu médico.

También puedes hacerte un automasaje en dirección caudo-craneal (de abajo a arriba) con alguna crema de menta, arnica o romero…Te proporcionará frescor, alivio y activará tu circulación.

6. Suplementos y plantas medicinales que te ayudan.

Existen productos fitoterapéuticos que ayudan notablemente en esta patología, fortaleciendo las paredes y aumentando la capacidad fibrinolítica, como el castaño de indias, el rusco o la centella asiática y suplementos más complejos como el Euvenas de Mgdose, el Composor 40 Ruscus Complex de Soria Natural y el Aesculaforce Forte de A. Vogel disponibles en nuestra tienda online.

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¡Esperamos que estos consejos os sirvan y que podáis disfrutar algo más de este verano!