¿Cómo aplicar los conceptos sobre el pH que hemos visto anteriormente? En este post os pondremos algunos ejemplos para intentar ayudaros a planificar vuestras comidas de una manera más “alcalinizante”.
Con la alimentación ocurre como con la cosmética (os recomiendo leer el post “No toda la cosmética natural es igual”), aunque al principio nos dé “pereza” leer las etiquetas, sólo haciéndolo sabremos lo que realmente estamos comiendo. Si no lo hacemos, sólo nos quedaremos con la información que le interesa que sepamos a la casa comercial que quiere que compremos el producto 😉
Lo primero que debemos hacer es sustituir el pan blanco (altamente acidificante) por un pan negro o completo sin levadura. Si el cambio lo hiciéramos por tostadas integrales, el aporte de ácidos sería aun menor. Así en un desayuno podemos incluir las tostadas integrales untadas con mantequilla (siempre con moderación) o margarina vegetal no hidrogenada.
A la hora de elegir ese “pan integral”, no debemos dejarnos guiar sólo por el nombre, debemos asegurarnos de su composición, pues es habitual llamar pan integral a cualquier pan de mala calidad al que le añaden algo integral. Además suelen llevar azúcar y otros ingredientes que ni sospechamos que pueda llevar el pan.
Un cambio que debería hacerse es el sustituir las mermeladas por los concentrados de peras o manzanas. Como ya imagináis, en un desayuno “no acidificante” no están incluidos la bollería, harinas blancas, zumos industriales azucarados, café, cereales azucarados…
Si no puedes prescindir de la bollería, puedes sustituirla por numerosos tipos de galletas integrales (como siempre, revisando antes la composición completa de sus ingredientes para evitar azúcares o harinas refinadas). Así mismo, la alternativa sana y natural de los refrescos industriales son los batidos de frutas naturales que puedes hacer con leche de soja y fruta (te darán una energía de larga duración pues la proteína de la leche de soja disminuye la rapidez con la que los glúcidos de la fruta son quemados en el cuerpo).
Como bebidas ideales tenemos: infusiones (excepto las que contengan teína) o sucedáneos de café, bebida de soja, bebida de almendras, zumo de zanahoria. (Comprobando siempre que no lleven azúcar entre sus ingredientes)
Para endulzar las bebidas podemos usar azúcar completo de caña integral (panela), descartando tanto el azúcar blanco como el integral “coloreado”. Muchos de los azúcares vendidos como integrales, cuando son sumergidos en un vaso de agua, pierden su “color moreno” y no son los recomendables.
Los cereales crujientes, son menos acidificantes y más fáciles de digerir, el problema es que la mayoría llevan azúcar para hacer más agradable su sabor. Por tanto hemos de darle la vuelta al paquete y comprobar que o bien no están endulzados o qué están endulzados con azúcar completo.
No conviene mezclar los copos con fruta, pues esta hará que fermenten, generando numerosos ácidos y toxinas. Podemos tomar la fruta fresca mezclada con queso blanco, frutos secos y almendras y dejar los copos para tomarlos solos en otra variante posible de desayuno.
Algunos ejemplos rápidos de desayuno:
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Bebida de almendras con café de cereales + tostadas de pan integral untadas en mantequilla o margarina vegetal no hidrogenada.
- Bebida de almendras con copos crujientes sin azúcar
- Batido de bebida de almendras y plátano (u otra fruta alcalina madura)
- Infusión de tomillo, frutos secos y queso blanco fresco
A media mañana o para la merienda, podemos diseñar nuestro propio tentempié alcalino usando la tabla de alimentos alcalinizantes y acidificantes y teniendo en cuenta si tenemos o no una debilidad metabólica frente a los ácidos.
Una opción menos acidificante que el sándwich de pan blanco y jamón de york, sería un sándwich de pan integral con queso, un par de hojas de lechuga y algunas rodajas de pepino que contrarrestarán el carácter acidificante del pan y el queso.
Generalmente las comidas habituales son muy acidificantes, si cambiamos las carnes rojas por blancas y los pescados grasos por magros, disminuiremos su acidez. También reemplazando algunas veces la carne por huevo y queso. No se trata de comer menos carne en una comida y añadir un huevo si no hacerlo en comidas separadas o al combinar diferentes tipos de proteínas en una misma comida, dificultaremos la digestión y aumentaremos la acidificación.
La forma que tenemos de contrarrestar los alimentos ácidos de nuestras comida es añadiendo verduras y no de una forma meramente decorativa, así que no pensemos que por añadir 2 cucharadas de verduras cocidas a un gran plato de carne, estas lograrán hacer su función alcalinizante 😉
Algunos ejemplos simples de almuerzos o cenas:
- Ensalada mixta sin tomate aliñada con aceite de oliva de primera presión en frío y un poco de vinagre de manzana o zumo de limón + Espaguetis o pasta integral sin salsa de tomate o quesos curados (Podemos preparar una salsa con albahaca, olivas negras en aceite, piñones… o usas un queso menos ácido que el parmesano)
- Verduras cocidas + arroz integral u otro cereal integral como la quinoa.
- Verduras cocidas + tofu + legumbres (las legumbres además de acidificantes, no son muy digestivas, deben cocinarse muy bien y no consumirse en exceso)
- Verduras cocidas + Patatas cocidas + tofu
- Verduras cocidas + pescado magro
- Patatas al horno con verduras cocidas + queso blanco
- Ensalada verde + tortilla de queso o champiñón
- Pizza de harina integral con mozzarella y aceitunas negras
- Ensalada verde con base integral de pizza y queso rallado
- etc.
Como último consejo, sería ideal prescindir del postre, pero si no puedes hacerlo, mejor un yogur de soja que un helado, un trozo de tarta o un café 🙂
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Fuente: La importancia del Equilibrio ácido-básico. Christopher Vasey
